Visita al Castillo de Gala en Púbol -con niños-.
En nuestra ruta con encanto por Girona con niños, pudimos completar la visita a estas tres ciudades que forman el llamado “Triángulo Daliniano” y que une Figueres, con el Teatro-museo Dalí, Portlligat, donde se encuentra la que fue su principal residencia en el término municipal de Cadaqués -que también visitamos- y Púbol, en el municipio de La Pera, donde visitamos el castillo que le regaló a Gala, su musa por la que sentía gran amor y devoción.
Entre estas tres ciudades: Figueres, Púbol y Portlligat de la provincia de Girona, en el Empordá, fue donde Dalí nació, creció y se desarrolló como artista.
Castillo de Gala en Púbol – Baix Empordà (Girona)
Este castillo fue un regalo de Dalí a su musa Elena Ivanovana Diakonova, o Gala, que es como la conocemos. La primera vez que se encontraron fue en 1929 y Dalí vio en ella todos los atributos necesarios para que se convirtiera en su musa y su amor. Además sintió y demostró por ella pasión a raudales y a través de su obra, lo hizo ver al mundo.
El castillo fue uno de los muchos regalos que él le hizo, un Castillo que él mismo describió como «una mansión edificada sobre los restos de un castillo del siglo XII, en La Bisbal, el antiguo castillo de Púbol donde ella reinaría como soberana absoluta».
Ésta fue la primera de nuestras visitas cuando nos lanzamos a hacer una ruta con encanto por la provincia de Girona y Triángulo Daliniano. Apenas hacía 1 hora y 20 minutos que habíamos salido de Vilassar de Dalt (BCN) -donde visitábamos a nuestra familia- cuando el GPS nos marcaba el desvío hacia el municipio de La Pera, que es donde se encuentra el Castillo de Gala. Aparcamos sin ningún problema cerca de un pequeño parque con columpios que se encuentra justo debajo del castillo. Después de dedicar un tiempo a los peques, fuimos directos al Castillo, pagamos las entradas (8 euros) y nos sugirieron dejar el carrito en taquilla, puesto que había que salvar varios desniveles. La visita había empezado.
Cogimos al peque en brazos y Maria a pie y, cámara en mano, comenzamos la visita. Nada más entrar, empezamos a percibir la huella del increíble genio en muchos detalles: pinturas, murales, muebles, objetos decorativos y obras de arte varias.

Salón de los escudos, con la pintura que decora el techo y nos recuerda al panel del Palau del Vent del Teatro-Museo de Figueres.
También alguna excentricidad que otra, como el caballo que compro en Terrassa a un taxidermista y que regaló a Gala el 17 de julio de 1971 y que, todo sea dicho, a los peques les fascinó.
Estábamos visitando un Castillo en el que el artista había cuidado cada detalle para su amada, para disfrutar de ese lugar y aislarse de lo que le rodeaba.
Un castillo para su Diosa en el que descansaría toda la eternidad, en el mausoleo situado en la Sala del Delme y donde él tenía pensado descansar eternamente a su derecha -como lo hacía siempre-. Cuentan que ambas tumbas están comunicadas con una abertura interior para que los amantes hubieran estado cogidos de la mano en la otra vida. Un sueño que hasta el momento, no se ha hecho realidad, puesto que los restos de Dalí no se encuentran allí, sino en el Teatro-Museo de Figueres, su ciudad natal.

Mausoleo de Gala y detalles de objetos decorados con la «siempreviva», muy utilizada por Dalí y Gala en sus dependencias.
Visitamos las cocheras, donde todavía estaba aparcado su mítico Cadillac azul y un carruaje con el que Gala solía salir a pasear por los campos cercanos.
El jardín es uno de los fuertes del Castillo. Un remanso de paz, verde por doquier, la frescura y el sonido del agua, rincones románticos y elefantes de largas y delgadas patas. Un lugar para sentarse y disfrutar del aire de L’Empordà -sin prisas- contemplando los elementos con los que lo adorna el genio. Quedamos encantados con la visita.

Jardín del Castillo de Púbol.
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Parece un lugar muy curioso y el toque del caballo es muy dalidiano , desde luego. Aunque parece que al taxidermista no le quedo muy bien el trabajo… parece de cartón piedra. xD
¡Saludos!
Jajaja… lo del caballo «trae cola»… ¿Sabes que en su casa de Portlligat hay un también un oso disecado? Cosas del «Genio». Siempre sorprende con la decoración que utiliza en sus dependencias. Muy surrealista todo.. jejeje. Gracias por tu comentario.
La verdad es que merece la pena hacer el triángulo entero y no quedarse solo con el museo. Está claro que Dalí debía ser un personaje con una personalidad muy compleja. Solo falta ver la decoración.
Hola Jorge,
Nosotros hicimos todas las visitas correspondientes, jejeje… No nos quisimos dejar nada: Figueres, Púbol, la casa-museo de Portlligat en Cadaqués… Es una forma fácil de entender su arte a través de todas estas visitas. Además, si completas el viaje con visitas a otros lugares de Girona y L’Empordà, el resultado es una ruta con encanto por Girona y la Costa Brava. Cóctel perfecto.
No conozco todavía Girona y todo lo que voy leyendo sobre esta provincia me anima a ir hasta allí. Desde luego que me apunto este triángulo daliniano como una de las visitas imprescindibles. Desconocía por completo cómo era este castillo, y me ha impresionado. Dalí era fiel a sí mismo, hasta en su vida cotidiana.
Saludos!
Hola Mar!!
Pues si te digo la verdad, no indagamos nada de nada antes de ir porque improvisamos bastante y, ¿sabes qué? Que quedamos absolutamente sorprendidos de todo lo que escondía Girona y provincia. Volvimos encantados, disfrutamos y aprendimos un montón -a pesar de ir con la peque de 2 años y el bebé de 5 meses-. Recomendable 100% y por supuesto, no os dejéis el Triángulo Daliniano… Un abrazo viajera!!