Oporto con niños.
Bueno, no sé por dónde empezar. Esta es la primera entrada que voy a publicar en “Emociones Viajeras”, un blog de viajes y de viajes en famila, puesto que compartimos afición con Maria, nuestra hija de 20 meses y también queremos compartir con Quique, que está tardando mucho en llegar (semana 41 de gestación) y que pronto aumentará el número familiar. Debe ser por las hormonas, o quizás por el bendito tiempo libre, que me he decidido a ir reflejando nuestras experiencias viajeras realizadas a lo largo de estos últimos años. Y quizás a través de éstos relatos, empezar la “metamorfosis” hacia lo que a partir de ahora, serán relatos de viajes en familia.
“Oporto en familia” podría ser un gran titular. Llegamos a Oporto después de salir de Alicante, pasando por Ávila a y haciendo noche en Salamanca. Llegamos a Oporto por la mañana, dejamos las cosas en el Hotel y salimos a callejear. Oporto es una bella ciudad del Norte de Portugal en la que su arquitectura y la personalidad de sus calles hacen que de verdad te sientas en un lugar mágico. Cada rincón es una sorpresa nueva, y como sólo podemos viajar en Agosto, puentes y festivos (como la mayoría de los mortales, muy a pesar nuestro), pues solemos encontrar todas las ciudades bastante animadas, y en este caso, Oporto no nos defraudó… jejeje…
Oporto nos encantó. Fue la primera ciudad que visitamos en nuestra ruta por Portugal “De Oporto a Lisboa”. Pasear por Oporto con un carrito es factible, eso sí, hay zonas en las que los adoquines y las súper cuestas hacen la misión un poco “imposible”, pero con las ganas con las que empezamos el viaje, no hubo calle que se nos resistiera.
Nos alojamos cerca del Mercado de Bolhao, justo enfrente de la “Capela das Almas”, pequeña, pero adornada con los característicos azulejos blancos y azules y muy cerca de “Rua Santa Catarina”, principal vía comercial donde pudimos tomar un café en el famoso “Majestic” uno de los ejemplos más bellos y representativos de la decoración Art nouveau y que hacen que te traslades a la época de los años 20.

Capela das Almas
Paseamos hasta llegar a la catedral de Oporto o la “Sé” y bajamos con el “Funicular dos Guindais” hasta la Ribeira gozando de unas vistas maravillosas del famoso Puente de Luís I y de la “Muralha Fernandina” que quedaba a nuestra derecha. Paseamos por toda la Ribeira gozando del ambiente hasta que se puso a llover…
- Calles de Oporto
- De camino a «La Sé»
- Vista de la «Muralha Fernandinha» y del Puente de Luís I
- Vistas del Puente desde el «Funicular dos Guindois»
- Ambiente en Praça da Ribeira
Al día siguiente, iniciamos ruta por el Mercado de Bolhao hasta la “Praça da Liberdade”, queríamos llegar a la “Torre dos Clérigos” y desde allí pasar a contemplar la librería de “Lello e Irmao”. Tras hacer una pequeña cola, pudimos entrar y pasear por la famosa librería “de cuento” (no os la perdáis). Si queréis hacer fotos del interior hay un turno especial para los que queráis fotografiarla sobre las 9 de la mañana (si viajáis en Agosto). Os dejo un enlace muy interesante sobre la librería de «Harry Potter», redactado por mi colega Monika Araujo, de «Viajando con mami».

Torre dos Clérigos

Librería Lello e Irmao
De camino pasamos por la “Igreja das Carmelitas” y el “Museu de Historia Natural” y callejeando de nuevo hacia la Ribeira pasamos por un mirador situado en la Rúa Vitória con unas vistas espectaculares de la ciudad. Visitamos la “Igreja de San Francisco” pagando 4 euros la entrada de adultos y la verdad es que mereció la pena. Construida por frailes franciscanos por el año 1245, esta iglesia era de estilo románico, para luego pasar al gótico y finalmente al barroco con todas las tallas de madera revestidas de polvo de oro. También pudimos visitar las catacumbas.
- Igrejia das Carmelitas
- Miradouro da Vitória
- Casitas de la Ribera
Después de la visita, quedamos para comer con mi amiga Luisa que vive en Povoa de Varzim y se acercó a Oporto a vernos. A Luisa la conocí cuando estudiamos un año en Roma, con el programa europeo Erasmus. Nos llevó a probar las famosas “francesinhas” y quedamos encantados.

Francesinha
Por la tarde teníamos pendiente el paseo en barco por el Duero y la visita a las bodegas de Vilanova da Gaia, y así lo hicimos. A Maria le encantó el paseo, y luego cruzamos el puente de Luis I para visitar las bodegas y probar el vino de Oporto “in situ”. Nos quedamos a cenar en Vilanova para ver el atardecer desde la otra orilla de río (¡no os lo perdáis!), y esa noche cenamos “peixe” viendo cómo se encendían las luces de la ciudad.
- Paseo por el Duero
- Desde Vilanova da Gaia
- Atardecer desde Vilanova
- Oporto by night
- Nos despedimos de Oporto
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